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Trucos para limpiar las llantas del coche
Las llantas son uno de los elementos que están más cerca del suelo, por lo que se manchan continuamente por el polvo y por el resto de componentes del sistema de frenado, como el ferodo. Por eso, puede que te las encuentres habitualmente más sucias de lo que te gustaría.
Si quieres limpiar las llantas del coche, es importante que descubras cómo puedes hacer para que estas queden impecables y se mantengan así más tiempo. Hay muchos tipos de llantas, por lo que, dependiendo de cuál tengas, te va a costar más o menos hacer esta tarea de mantenimiento. Te damos algunos trucos para limpiarlas sin dañarlas y de forma efectiva.
La limpieza manual con agua y jabón es un método fácil, económico y respetuoso con las llantas.
Limpia las llantas solo cuando se hayan enfriado, ya que si están calientes la limpieza se dificulta y los frenos podrían deformarse con el contraste de temperaturas. No fuerces elementos al limpiar la llanta.
Usa agua templada, y no la eches a demasiada presión. Añade jabón y frota con un cepillo suave, una esponja o un paño, pasándolo por todos los radios. Deja actuar un poco y después enjuaga.
Si no queda todo lo limpio que te gustaría, repite de nuevo la tarea las veces que sea necesario, hasta que queden perfectas, o hasta que te canses. Para secar, usa un paño de microfibra limpio.
Aunque hay personas que ven más fácil ir al autolavado y poner una moneda para dejar limpio el exterior del coche, incluidas las llantas, esta no es la mejor opción porque algunas llantas pueden llegar a estropearse.
Si no te convence la opción de agua y jabón o piensas que tienes que dedicar mucho tiempo a ello, hay productos específicos que te facilitarán el trabajo.
De este modo, será más fácil quitar polvo, grasa y ferodo en menos tiempo, aunque para ello debes encontrar un producto adecuado, que dependerá del material del que estén hechas las llantas: aluminio, acero, fibra de carbono, magnesio o aleación.
Estos productos suelen utilizarse en seco (sin mojar antes la llanta), pero compruébalo siempre en las instrucciones del fabricante.
Si las llantas no están muy sucias, también podrás limpiarlas con toallitas de bebé, aplicando sobre la superficie. No es válido para manchas complicadas, sino las que se van de una pasada. Por ejemplo, si sueles limpiar con frecuencia y vas a mantener su limpieza.
Si quieres acabar con el óxido de las llantas, muchas personas defienden hacer una bola de papel de aluminio, poner Coca Cola en el área oxidada y lijar con la bola. Quizás lo más sensato sea comprar un producto específico para llantas oxidadas, pero lo dejamos a tu elección.
Otro remedio casero para limpiar las llantas es a base de levadura de panadería. Este consiste en disolver unos sobres en un tazón de agua hasta que haga espuma. Después has de sumergir una esponja suave y pasarla por la suciedad. Después, deja reposar durante unos 5 minutos. Cuando se seque, podrás limpiar pasando un paño en movimientos circulares.
Estos son remedios caseros que puedes probar (o no). Si no te quieres complicar, apuesta por un producto específico o por agua y jabón.
En todo caso, evita productos con agentes corrosivos, como puede ser el quitagrasas o el limpia hornos. Hay llantas que los soportan, dependiendo del barniz, aunque otras no, así que lo mejor es no arriesgar.
Es recomendable que limpies las llantas a fondo con regularidad para que la suciedad no se acumule y te sea más fácil llevar un buen mantenimiento. Esto es clave tras las temporadas de otoño e invierno, o cada varios meses.
Lo más indicado es descubrir cuál es el método para limpiar las llantas del coche que te funciona, es más rápido y no daña ningún componente de tu vehículo. ¡Y a rodar!
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